lunes, 22 de agosto de 2016

El Arrecife de la Perla, Casares bajo el azul.

Casares: La tierra que acunó al padre de la patria andaluza




En el sur de esta España nuestra, dentro de la maravillosa comunidad de Andalucía se alza orgullosa de sus hijos una pequeña localidad al oeste de la Costa del Sol. 
Casares es la postal de los pueblos andaluces, con angostas y empinadas calles de blancas fachadas
 y flores ornamentales, nos recuerda en su recorrido que ahí, entre el mar mediterráneo y la sierra de la Utrera, fue a nacer el padre de esta patria andalusí: Blas Infante Pérez de Vargas, máximo ideólogo del andalucismo político en todas sus vertientes. Creador del himno para que los andaluces volviéramos a ser lo que fuimos: hombres de luz que a los hombres, alma de hombres les dimos. Tierra que vio como romanos, árabes y cristianos la elegían  como villa importante para sus contiendas y que, con el tiempo,  ha dado paso a una bella y singular localidad  donde el turismo rural , el de playa y el de los deportes náuticos se entremezclan durante todo el año. Difícil es llegar a esta localidad, aunque nuestro objetivo sea el buceo y no comer en uno de sus restaurantes una sopa casareña acompañado de una moruna de sardinas y las ensaladas con productos de la huerta. Pero primero dirijámonos a la costa que ya habrá tiempo de reponer la energía perdida en nuestra inmersión e incluso, dar un apetecible paseo por los parajes que a su alrededor se alzan y así bajar las calorías aportadas por tan sabrosas viandas.

Cargamos nuestro equipo y nos dirigimos a la Torre de la Sal en la Playa de Casares.




Saliendo de la ciudad de Málaga nos dirigimos en dirección Algeciras por la AP7, dejaremos a nuestras espaldas las localidades de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola,  Mijas,  marbella y Estepona. Alrededor de 1 hora más tarde de comenzar nuestro viaje, tomaremos la salida 153 de la AP7, llegando a una rotonda, donde nos dirigiremos a  la tercera salida en dirección Algeciras-Cádiz. Nos incorporaremos a la A7(Antigua N-340) teniendo que pasar cuatro rotondas hasta llegar a la de la playa de Casares. Tomaremos la cuarta salida en dirección a la urbanización La Perla de la Bahía, Ya dentro de la urbanización, buscaremos La Torre de la Sal que será el punto donde comenzaremos nuestra inmersión.





Ya en la playa, subiremos a la explanada donde se encuentra la Torre de la Sal. Desde allí, podemos contemplar el mar y por lo tanto también la zona que vamos a visitar. Si nos fijamos en el horizonte, a no más de unos 500 metros, veremos como en mitad del mar  rompen las olas: ahí se encuentra el arrecife de La Perla, por lo que, con nuestra brújula en mano, tomaremos los datos de la posición. Una vez comenzada la inmersión solo tendremos que seguir el rumbo que la brújula nos marca hasta llegar a las grandes rocas que caracterizan este arrecife. Como dijimos en artículos pasados, podremos acceder a la zona desde barco, encontrándose en el puerto de Estepona un centro de buceo que, con frecuencia, realiza esta inmersión. Su precio es de 40 euros.

Tenemos la opción de nadar en superficie hasta llegar al arrecife, pero no es necesario puesto que se encuentra a poca profundidad (entre 6 y 18 metros) y nuestra inmersión será lo suficientemente larga sin tener que recurrir a una infantería prolongada que sin duda nos fatigará más de lo deseado. Podremos, de esta forma, comenzar nuestro buceo desde la misma playa e ir descubriendo la vida presente en la arena de esta playa. Poco a poco, la arena será sustituida por pequeñas algas y rocas, estamos ya cerca,  pronto divisaremos las grandes rocas donde comenzaremos a disfrutar de la belleza de su flora y fauna.

Sargos y salemas, pulpos, congrios y morenas, multitud de anémonas, corales y gorgonias así como rascacios y otras especies propias del mediterráneo vamos a descubrir entre sus pasadizos y oquedades. Existió, hace tiempo, una cueva que servía de morada a congrios, morenas y tembladeras pero debido a un terremoto su cúpula se derribó quedando, en la actualidad una gran oquedad en la podremos encontrar grandes estrellas de mar y, con suerte, alguna tembladera.



Como hemos elegido comenzar desde la playa comenzaremos a visitar el arrecife a una profundidad de 6 metros, cuando empecemos a rodearlo comenzaremos a coger profundidad pudiendo alcanzar los 18 metros. No es necesario que a los 100 bares terminemos nuestra inmersión para poder volver a la playa, solo será necesario guardar unos 80 bares para poder regresar. Ahora bien quizás nos apetezca visitar los dos peñones que se encuentran cerca de la Torre de la Sal. En ellos podremos encontrar salemas, sargos y pequeños pulpos a una profundidad de 6 a 3 metros con lo que será una buena opción para terminar nuestra inmersión, en este caso sí deberíamos encaminarnos a estos peñones con 100 bares para poder visitarlos sin temor a quedarnos sin aire.



De vuelta en la playa, será hora de subir a la localidad de Casares y disfrutar de una merecida comida. Si nos quedan fuerzas e interés os recomiendo que además de visitar esta pintoresca localidad , deis un paseo por los baños de Hedionda porque bañarte en sus aguas de azufre, además de su carácter terapéutico, da total tranquilidad. También podremos visitar la sierra Crestellina, cuyo sendero está repleto de la vegetación típica del bosque mediterráneo: quejigos, encinas, pinos, algarrobos, lentiscos, etc. Podremos observar el vuelo del buitre leonado, que tiene en esta sierra una importante colonia. Cuenta este municipio con magníficos miradores donde divisar el paso de las aves en épocas de migración y el tan característico buitre leonado.





1 comentario: