viernes, 26 de mayo de 2017

De Los Candelabros a La Huerta en el Paraje Natural de Maro - Cerro Gordo




El Paraje Natural de Maro - Cerro Gordo es un privilegiado lugar que alberga las aguas de granada y la Axarquía malagueña: ecosistemas rocosos, acantilados, litorales y hábitat submarinos repletos de biodiversidad componen este franja del litoral que discurre por los acantilados cercanos a la localidad de La Herradura hasta llegar a la localidad de Nerja ya en la provincia malacitana.

Gaviotas patiamarillas y pardelas planean sobre el intenso azul mientras, ávidas cabras montesas las avistan desde los escarpados acantilados creando una valiosísima diversidad entre la franja litoral y las sierras que componen este paraje. Grutas , roqueos tapizados por el famoso coral mediterráneo , anémonas, nudibranquios y estrellas de mar mimetizándose en sus praderas de posidonia conforman unos de los paisajes marinos más fascinantes en el Mar de Alborán.
Protegido en una milla de extensión desde la costa, las administraciones competentes intentan preservar la gran biodiversidad existente en un paraje que puede considerarse único en el litoral del sureste ibérico.





Una de las imágenes más comunes en nuestro habitad mediterráneo es el pulpo blanco, pero desde luego los ejemplares que veremos en el Paraje Natural nos dejarán asombrados por su gran tamaño y por la ausencia de timidez a la hora de relacionarse con nosotros. Es, en estos casos, cuando te das cuenta de la importancia de proteger un espacio donde la diversidad existente será en un futuro la reserva de la fauna de nuestro malogrado mediterráneo que cada día se ve maltratado por la acción del hombre. El pulpo blanco es un organismo bentónico que habita el fondo marino. Por ello, sus respuestas a los cambios ambientales, pueden ser muy diferentes y es por lo que, en los lugares donde no pueden ser capturados, pueden habitar a menos profundidad sin que pongan su vida en peligro, encontrando una rica fuente de alimento y de esta forma adquirir tamaños superiores a los que se da en el resto de este ecosistema.


Iniciamos nuestra inmersión desde el punto más alejado de la localidad de La Herradura, desde la zona que comúnmente se conoce con el nombre de Los Candelabros. Recibe este nombre por el hundimiento de una patera en la zona. Sólo queda de ese naufragio, las cuadernas de la embarcación que se asemeja en su forma a la de un candelabro.
A poca profundidad nos encontramos los primeros pulpos, de gran tamaño, si los comparamos con los que podemos encontrar en La herradura o en la localidad de Nerja pero pronto encontraremos decenas de nudibranquios, flavelinas e incluso alguna que otra nacra, que como ya sabrán están en peligro de extinción en el costa andaluza.


Pero no sólo nos quedaremos con la imagen de cefalópodos y bivalvos sino que podremos contemplar desde morenas a grandes congrios o disfrutar de grandes sargos reales, serranitos de vistosos colores, espectaculares ejemplares de salmonetes de roca y brótolas.


Nuestra idea es ir en inmersión al estilo caribeño hasta el punto más cercano a la localidad herradureña conocido como La Huerta por situarse en sus acantilados, hace algunas décadas, un pequeño terreno agrícola. Gobios, momas y salpas que nos iremos encontrando por el camino que se entremezclan con rascacios, algún pez rubio y doncellas.


Numerosas y bellas algas se desparraman de roca en roca embelleciendo este mágico entorno.


Los corales, anémonas y gusanos de mar nos aportarán una nota de color en todo el recorrido, siendo el coral anaranjado el que cubrirá buena parte de sus acantilados.


Terminamos nuestra inmersión con el placer de ver, que cuando un hábitat se protege el resultado es magnífico puesto que la vida fluye en todas sus formas y tamaños. Una experiencia sin duda que perdurará en nuestro recuerdo hasta que tengamos la oportunidad de repetirla.